La localidad de Begijar se encuentra a 45 km de Jaen capital, con una extensión de 43km2 y una altitud de 565m sobre el nivel del mar.

Sobre sus orígenes e historia, son pocos los datos, que revelan con exactitud su origen; pero, al ser un pueblo situado en el valle del Guadalquivir, ha sido poblado desde muy antiguo. Se han encontrado restos ibéricos en tres lugares diferentes de su término: Casería del Villar, Piedra Hincada y Cerro Aullalobos. Y restos romanos, pertenecientes posiblemente a un avilla en Piedra-Hincada. En este último lugar, es donde la obra «Atlante Español», editada en el año 1775, señala la ubicación y formación del pueblo, allá por el año 642 de nuestra era. Sin embargo, tras la invasión árabe del siglo VIII, se cambió la situación del casco urbano, trasladándolo a su actual emplazamiento. Este cambio, se cree debido a la existencia de una pequeña fortaleza visigoda, que los árabes mejoraron y ensancharon.

La primera noticia escrita , corresponde al primer tercio del siglo XIII, en ella, el rey Fernando III el Santo, tras la conquista de Baeza, en 1226, y posiblemente, poco después del Castillo de Begíjar, entrega esta fortaleza, junto con algunas tierras, al Obispo de Baeza D. Domingo; ya que la ciudad de Jaén aún no había sido conquistada y, por tanto, la sede Obispal se encontraba en Baeza. Una vez que Jaén fue tomada, los Obispos trasladan su residencia a dicha ciudad, teniendo en la fortaleza de Begíjar, su eje de apoyo en las luchas fraticidas de mediados del siglo XV. Pero, con el paso del tiempo, la función defensiva de la fortaleza se quedó obsoleta, destruyéndose en el siglo XVI, casi toda su estructura, levantándose sobre sus restos un precioso Palacio Obispal. En la actualidad solo se conserva su portada.

Uno de estos obispos, llamado Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, fue el artífice del puente que atraviesa el Guadalquivir. Begíjar estuvo durante toda la Edad Media y Moderna bajo la soberanía de Baeza, de la que era una de sus más ricas aldeas. De este periodo datan los edificios más emblemáticos de ella, como la Iglesia Parroquial, bajo la advocación de Santiago Apóstol. Durante el siglo XVIII, las relaciones de Begíjar con la ciudad de Baeza, se fueron deteriorando cada vez más, hasta que el Cabildo municipal, reunido el 24 de octubre de 1762, decidió pedir al Rey, le concediera a este lugar el Privilegio de Villazgo. Sin embargo, se tardó aún bastantes años, para que las ilusiones de los begijeños se vieran cumplidas, ya que Baeza ponía numerosos obstáculos. Pero a comienzo de 1779, éstos se fueron aclarando y, el Concejo, para hacer frente a los gastos que ocasionaría la Independencia, pidió un prestamo de 11.000 ducados a la Iglesia Catedral de Córdoba, con un interés anual del 3%. Dicha independencia se le concede el día 24 de octubre de 1779, pagando por ella 3.000 ducados o 66.166 reales y 16 maravedíes, a razón de 7500 maravedías por vecino. Begíjar, contaba con 400 vecinos.

Asimismo contaba la villa con un Hospital de pobres pasajeros llamado de San Jerónimo, situado dentro del casco urbano. Disponía también de tres ermitas: San Marcos, San Sebastián y Nuestra Señora del Campillo.

El municipio de Begijar cuenta con 3117 habitantes.