Tiene una población de 28.000 habitantes y está situada a 260 metros sobre el nivel del mar, en un cerro junto al río Guadalete.

Como la mayoría de las poblaciones de la provincia su ubicación ha estado ocupada por el ser humano desde tiempos prehistóricos. También los romanos tuvieron asentamientos aunque es mucho más relevante la presencia de los árabes, época de la que provienen el trazado de sus calles, el alcázar militar, la muralla, los molinos, etc. En la época del Emirato dependiente de Damasco (711-757) perteneció a la «Cora» de Sidonia. En el siglo XI se declara independiente y el Emir de Calsena toma la ciudad y la aleja de la influencia de Córdoba convirtiéndose en un reino de taifa controlado por una familia de origen bereber. Posteriormente supera en extensión a sus murallas y se instalan en él órdenes religiosas llegando a su cénit desde el siglo XV al XVIII.

Hoy en día es la entrada de la Ruta de los pueblos blancos y conjunto histórico artístico. Esto, junto con sus magníficos paisajes, la hacen destino turístico de primer orden en la provincia de Cádiz, lo que constituye su principal fuente de ingresos.